La Responsabilidad











Asume tu Responsabilidad



















La responsabilidad como valor social está ligada al compromiso. La responsabilidad garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas. Toda responsabilidad está estrechamente unida a la obligación y al deber. Ambos conceptos constituyen la materia prima de la responsabilidad.  
La responsabilidad es la capacidad de decidir por si mismo, haciéndose cargo de las consecuencias de sus conductas y demostrando independencia y autonomía en sus opiniones y conductas. 




La responsabilidad es un valor que se asume libremente con sentido de compromiso  y de exigencia, por eso responsabilidad y libertad se asocian, no es posible que exista una sin la otra.
La responsabilidad se entiende como la obligación que tiene toda persona de responder por algo, de dar cuenta de lo que hizo, hace o dejó de hacer y también como la capacidad para asumir las consecuencias de los actos que se realizan de manera autónoma.
Para ser responsable debes llevar a cabo tus trabajos con seriedad y cumplimiento, responder a tus deberes familiares, escolares y cumplir tus promesas, sin necesidad de que te lo exijan o recuerden.

Leyendo ando por la sana Convivencia 
 Escoge un Cuento sobre la responsabilidad y comenta que enseñanza te dejó. 



12 comentarios:

  1. pes yo ley ¿Por qué los perros se huelen la cola? pues me paresio un buen cuento pues creo que el perro no a llegado por que al llevarla debajo de la cola pues corría el riesgo que se la llevara el viento y por eso no a vuelto y creo que no saben de la responsabilidad por que no veo otro comentado nada y soy el primero en comentar apenas lo supe me que de como que guau

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  2. el cuento es asi



    ¿Por qué los perros se huelen la cola?
    Leyenda ¿Por qué los perros se huelen la cola?

    Adaptación de una antigua leyenda de Méjico
    En un pueblo de Centroamérica existe una vieja leyenda que cuenta que hace muchísimos años, los perros se sentían muy tristes. Según esta historia, los cachorritos, desde que nacían, se comportaban de manera bondadosa con los humanos, les ofrecían su compañía sin pedir nada a cambio y siempre trataban de ayudar en las tareas del campo hasta que la vejez se lo impedía.



    Desde luego, los hombres y mujeres de las aldeas no podían quejarse, pues no había en el mundo amigos más fieles y generosos que ellos.

    La razón de su desconsuelo era que, a pesar de todo eso, algunas personas los trataban mal y no les daban ni un poco de cariño. Con toda la razón, consideraban que merecían un trato más digno y respetuoso por parte de la raza humana.

    Un buen día, varias decenas de perros se reunieron en un descampado para poner fin a esa situación tan injusta. Hicieron un gran corro y debatieron largo y tendido con el fin de encontrar una solución. Después de deliberar y estudiar los pros y los contras, llegaron a una conclusión: lo mejor era pedir ayuda al bueno y poderoso dios Tláloc. Él sabría qué hacer y tomaría medidas inmediatamente.

    Redactaron una carta para entregársela al dios y el perro más anciano la firmó en nombre de todos. Después, se hizo una votación. Salió elegido un perro negro de cuerpo musculoso y famoso por tener muy buen olfato para llevar a cabo la importante misión: recorrer cientos, quizá miles de kilómetros, hasta encontrar al dios Tláloc y entregarle el mensaje.

    ¡Qué orgulloso se sintió el joven perrito de poder representar a su comunidad y de que todos confiaran en sus capacidades! Sin embargo, cuando estaba listo para partir, surgió un pequeño problema: ¿Dónde debía guardar la carta?

    En las patas era imposible porque necesitaba las cuatro para caminar día y noche; tampoco podía ser en el hocico, ya que el papel llegaría húmedo y además tendría que soltarlo cada vez que quisiera comer o beber ¡El riesgo de perderlo o de que se lo llevara el viento era muy alto!

    Al final, todos se convencieron de que lo mejor sería que guardara la carta bajo la cola, sin duda el lugar más seguro. El perro aceptó y se despidió de sus amigos con tres ladridos y una sonrisa.

    Desgraciadamente, han pasado muchos años desde ese día y el pobre perro aún no ha regresado. Se cree que el dios vive tan lejos que todavía sigue caminando sin descanso por todo el mundo, decidido a llegar a su destino.

    Después de tanto tiempo, sucede que los demás perros ya no se acuerdan muy bien de su cara ni del aspecto que tenía; por eso, cuando un perro se cruza con otro al que no conoce, le huele la cola para comprobar si esconde la vieja carta y se trata del valeroso perro negro de cuerpo musculoso y buen olfato que un buen día partió en busca del dios Tláloc para pedirle ayuda.


    ¿Por qué los perros se huelen la cola?

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  3. Anónimo12:49

    me dejo una en una moraleja de los se huelen es para conocerse bien en todo sentido

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  4. Anónimo12:51

    la enseñanza que me deja el cuento es que cuando tu madre te de un dulce te debes conformar con lo que te den tus padres y también que no deben ser golosos con los dulces.

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  5. Anónimo12:51

    que hay que analizar las situaciones malas y sacarles ventajas para solucionarlas

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  6. Anónimo13:02

    la enseñanza que me dejo el cuento fue que hay que respetar las cosas que a creado dios y no lastimarlos ni talarlos arboles , ni arrancar las hojas de los arboles porque a ellas les duele haci como si a nosotras nos duele que nos caigamos a ellas les duele hasi

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  7. Anónimo13:03

    la enseñanza es que es mejor conformarse con poco porque si no va terminar en problema muy grande

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  8. el cuento me enseño a valorar a las personas y no ser un olgazan si no una buena perona

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  9. no puedes tratar mal alas personas

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  10. la enseñansa es muy importante para todo cuento

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  11. me gusto mucho el cuento me enseño que no hay que mentirle a las personas o después te engañaran ati

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  12. Anónimo14:51

    QUEUNO NODEVE DE SER ENVIDIOSO

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